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miércoles, 6 de noviembre de 2013

Los ciclos del Feng Shui


Ciclos de los elementos

Los elementos en el Feng Shui interactúan de manera permanente y deben estar en armonía dentro de un espacio. En nuestra casa o en nuestro lugar de trabajo los cinco elementos deben estar presentes, el hecho que haya mayor influencia de uno agota otros que son importantes para el crecimiento de otras áreas de nuestra vida. Por ello cuidar ese equilibrio es fundamental en el feng Shui.

La relación de los cinco elementos se dan en un ciclo creativo y un ciclo destructivo.

Ciclo Creativo

Este ciclo emula la relación entre las estaciones del año, alternando los elementos de forma suave y armoniosa en ciclo de actividad y ciclos de descanso. En la naturaleza además vemos que la vida y la actividad que esta produce se debe a que los diferentes factores actúan aumentándola y haciéndola crecer. La tierra alberga la semilla, el agua la pone en movimiento, la luz del sol la nutre y le da vigor, el viento con el oxígeno permite el perfecto funcionamiento para que crezca, etc. Así mismo, el ciclo creativo de los cinco elementos actúa en los espacios a los que aplicamos el Feng Shui. El ciclo creativo es: el agua alimenta la madera, que a su vez alimenta el fuego, que a su vez produce tierra, que a su vez alimenta el metal que cierra el ciclo alimentando el agua.


Ciclo Destructivo

El ciclo destructivo se da cuando las condiciones normales de la naturaleza se salen de curso por la intervención de un elemento desarmonizador que opaca o disminuye otro. Estas interacciones son dañinas, es el equivalente a que una planta no reciba la luz del sol, finalmente la planta sin el alimento solar, muere. Igualmente pasa en nuestros espacios, el amor se muere, nuestras finanzas se agotan, el trabajo desmejora, crecen las enfermedades y la confusión. Esto nos indica que el ciclo destructivo a iniciado su trabajo. A muchos de nosotros nos ha pasado que estamos bien en algo y mal en otras cosas, nos mudamos de casa, de trabajo, de oficina, hacemos una remodelación y de pronto todo se agita y empiezan a surgir retos nuevos, unos buenos otros malos. Se da por el nuevo movimiento de la energía y el cambio con la incursión de elementos nuevos que alimentan o destruyen sectores específicos de nuestra vivienda o trabajo, con las repercusiones correspondientes. Los ciclos son la base del Feng shui en el momento de aplicar las tan conocidas curas, que no son otra cosa que intervenir un espacio con elementos nuevos que devuelvan la armonía de los ciclos creativos naturales en determinado lugar de la casa, fortaleciendo la energía que normalmente regula ese sector de la vivienda, con la distribución que aprendimos en el artículo anterior.
Sin embargo en el momento de aplicar las curas muchas otras cosas cuentan, como la cantidad, la posición, el movimiento de energía en el lugar, el énfasis que se quiera dar y la participación en ese lugar de los diferentes integrantes de la familia. Pero saber la base nos ayuda a introducir pequeñas mejoras que nos ayudarán a lograr poco a poco lo que necesitamos. El ciclo destructivo es: el metal agota la madera, que a su vez agota la tierra que a su vez agota el agua, que a su vez agota el fuego que cierra el ciclo agotando el metal.


El ciclo destructivo es muy útil, ya que en determinado momento puedo tener demasiado de un elemento en alguna parte de la casa, y para armonizarlo es suficiente con introducir un poco de el elemento destructivo o controlador para lograr una mejora.

En el próximo artículo veremos más de como armonizar con estos ciclos nuestro espacio. Como siempre espero que les sea de utilidad.