Translate

viernes, 13 de febrero de 2015

Feng Shui para el Amor

Resultado de imagen para hacer el amor

Muchas personas piensan que feng shui es colocar una serie de objetos o artículos en sectores de la casa que modifican la energía de está para lograr propósitos específicos. Y eso es verdad, cuando se habla de feng shui las personas piensan en esto exclusivamente, pero el feng shui tiene más para dar.

Los taoistas consideraban que para lograr el equilibrio entre el ying y el yang, el hombre debía tener control de sí y complacer a la mujer en sus más sórdidos y profundos deseos. De aquí nace esta ciencia ancestral, esta rama del feng shui, llamado el Feng Shui del Amor o Tao del Amor. Así, aplicando principios básicos de movimiento de energía el hombre podía aumentar su longevidad y satisfacción, y satisfacer plenamente a su mujer.

En cualquier lugar de la casa puede practicarse el feng shui del amor, previo a armonizar el lugar como es debido y evitando la influencia de energías telúricas. Armonizar el lugar como es debido se refiere a que sea adecuado para la pasión y el desbordamiento de los deseos sexuales, el ambiente cálido, los olores y la disposición sensual de los adornos es importantísimo para lograr una atmósfera de recogimiento y placer.

Después de siglos de estar perdida la información primordial del Feng Shui del Amor, gracias al excesivo poder otorgado a la energía masculina y su poder y mando sobre la femenina, se ha logrado recuperar, estos son:

El hombre debe aprender a descubrir el intervalo correcto de eyaculación, adecuado a su edad y a sus condiciones físicas. Esto lo fortalecerá para hacer el amor cuando desee y prolongar el tiempo cuanto necesite con el fin de satisfacer las necesidades sexuales de su compañera.
El hombre debe controlar la eyaculación en el momento de mayor éxtasis.

Es importante que la mujer alcance siempre su máxima satisfacción. Este concepto comenzó a ser divulgado en occidente a partir del trabajo de investigación del Dr. Kinsey en el campo sexual y que tuvo gran acogida por parte de los movimientos feministas.

Dentro de la información contenida en los textos antiguos están las formas en que las mujeres manifestamos nuestro deseo, otorgando al hombre una ventaja, al poder utilizar estos indicios en su beneficio, dándole a la mujer lo que espera y desea en un momento determinado durante el acto sexual.

Los hombres iniciados en esta disciplina en el oriente antiguo, comenzaban su aprendizaje aprendiendo a controlar su eyaculación, ejercitándose, abriendo y energizando todos sus sentidos (tacto, olfato, gusto y vista). La segunda parte tiene que ver con el control de los pensamientos durante el acto sexual, abandonar todo pensamiento que produzca estrés o desasosiego, celos, envidia u odio, es de extrema importancia para incrementar la eficiencia del acto sexual, pues esto permite el abandono total del cuerpo a los placeres del amor.

Muchos de ustedes se preguntarán porque es este blog hablo de este tema. 

Bueno la verdad es que la armonización completa de un hogar no se da si la pareja no se armoniza también. La armonia en la parte sexual es indispensable, puesto que son las energías ying y yang las que en equilibrio desatan la verdadera fuerza para cumplir nuestras metas y deseos. La explosión de energía durante el acto sexual es tal, que si pudiéramos controlarla, crearíamos nuestra vida a nuestro antojo; pero debido a los tabús, la falta de información y el machismo excesivo en los países de América y Europa, las mujeres ocupamos un sitio relegado a complacer las necesidades del hombre de una forma pasiva y sumisa, cuando podemos tomar una posición activa que fortalezca los vínculos de la pareja y haga nuestra vida más agradable y feliz. Eso unido a la visión de igualdad del hombre hacia la mujer, con una dosis de amor y deseo puede hacer que nos equilibremos con nuestras energías sexuales que son las creadoras por excelencia.

Todos en el fondo podemos ser unos románticos, y eso es momento de aplicarlo en nuestras vidas, en nuestras relaciones de pareja. Mujeres! nada más rico para un hombre que una piel suave que huela bien, una mujer arreglada y un poco sensual sin ser escandalosa. Hombres !. Nada más apetecido por una mujer que ese galanteo constante, palabras bonitas, besos eróticos llenos de pasión y un poco de desenfreno. Esto sumado a un ambiente sensible y amoroso puede lograr mucho.

Todos a trabajar en nuestra energía sexual.

PD: Existe mucha bibliografía sobre el tema, lo importante no es leerlo y con morbo gozarse un libro. Introducir lentamente esta disciplina en nuestra vida hará que podamos gozar mucho más del acto sexual y del amor de pareja. A perder el miedo!.